Guaranteeing the highest quality products has always been our pursuit

Sostenibilidad de la naturaleza | Gestión del plástico: una decisión climática crucial

22-11-2025

Recientemente, la prestigiosa revista académica internacional *Nature Sustainability* publicó un artículo titulado «Eliminación de plásticos: una decisión climática crítica». El artículo señala claramente que, con el fracaso de las negociaciones del tratado mundial sobre plásticos, los países de todo el mundo se enfrentan a una crisis climática desatendida: los métodos de eliminación final de plásticos (vertederos, incineración o reciclaje) constituyen una decisión climática crucial, pero sus emisiones de carbono nunca se han incluido formalmente en los compromisos climáticos nacionales. El artículo advierte que esta falta de visión política pone en grave riesgo los objetivos climáticos globales.

Nature Sustainability | Plastic Management: A Crucial Climate Decision


El reciente fracaso de las negociaciones sobre un tratado mundial del plástico en Ginebra, Suiza, ha dejado al mundo sin restricciones vinculantes para la producción o el consumo de plástico. Mientras tanto, se producen más de 450 millones de toneladas de plástico al año en todo el mundo, y cada tonelada de plástico tiene tres destinos posibles: vertedero, incineración o reciclaje. Cada opción de eliminación conlleva consecuencias climáticas únicas, que se han ignorado en gran medida en los marcos internacionales. En un escenario sin cambios, el ciclo de vida completo del plástico podría consumir aproximadamente el 20 % del presupuesto de carbono restante durante los próximos 15 años.


Aunque el vertido subterráneo de plástico puede secuestrar carbono, produce metano y lixiviados, lo que compromete su estabilidad a largo plazo. Los lixiviados generados por el plástico en los vertederos contienen miles de moléculas orgánicas disueltas, que contribuyen aún más a las emisiones de gases de efecto invernadero. La incineración de cada kilogramo de plástico libera aproximadamente 2,3 kilogramos de dióxido de carbono equivalente, lo que genera emisiones inmediatas, pero a menudo se promociona como una forma de valorización energética de residuos. Cuando el reciclaje es efectivo, proporciona la vía con menores emisiones de carbono y puede compensar la producción de plástico virgen. Sin embargo, el proceso de reciclaje sigue siendo intensivo en energía, está limitado por la tecnología y es costoso en muchas regiones del Sur Global. A nivel mundial, solo el 9 % del plástico se recicla, el 19 % se incinera y el 50 % se deposita en vertederos.


Las políticas aún no han considerado estas opciones para la gestión del plástico al final de su vida útil como decisiones climáticas. Ni las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) ni las directrices de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) exigen una contabilidad o presentación de informes sistemáticos sobre la gestión de los residuos plásticos. En consecuencia, cuando los gobiernos toman decisiones sobre infraestructura —como la inversión en nuevas plantas de incineración— no tienen en cuenta el efecto de dependencia del carbono que esto implica. Dado que se prevé que la producción de plástico se triplique para 2060, la falta de contabilización de la gestión de los residuos plásticos podría socavar los objetivos climáticos mundiales del Acuerdo de París.


Los primeros escenarios destacaron que la reducción de las emisiones de plástico, la sustitución, el reciclaje y la eliminación son medidas de intervención clave. Otras propuestas incluyen la imposición de impuestos o tasas a ciertos productos de plástico, la ampliación de la responsabilidad del productor, la prohibición de algunos productos de plástico, la construcción de vertederos sanitarios y la concesión de asistencia financiera a las economías en desarrollo. Si bien estas medidas contribuyen a la economía circular y a la reducción de las emisiones de plástico, las consecuencias de carbono de la eliminación de plástico siguen estando en gran medida ignoradas.


Los países deberían incorporar las consecuencias de carbono de la eliminación de plásticos en sus inventarios nacionales y contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) para evitar sustituir una carga climática por otra. Por ejemplo, Fiyi y Chile se han comprometido a incluir las cuestiones relativas a los plásticos en sus CDN actualizadas, demostrando así cómo la manipulación y la producción pueden vincularse directamente con los compromisos climáticos.


La próxima Conferencia de las Partes (COP) de la CMNUCC en Belém, Brasil, y las futuras rondas de negociaciones del tratado sobre plásticos ofrecen oportunidades para que otros países sigan el ejemplo. En particular, es necesario brindar apoyo a los países de bajos ingresos y a las naciones insulares, que soportan una carga desproporcionada del cambio climático y la contaminación por plásticos, pero que a menudo carecen de la infraestructura y los fondos necesarios para implementar estrategias de gestión de residuos con bajas emisiones de carbono.


Al mismo tiempo, la industria del plástico debe afrontar su arraigada dependencia del carbono en toda su cadena de valor y lograr la transformación mediante la descarbonización de la producción, la inversión en energías renovables e innovaciones en reciclaje, y la alineación de sus objetivos con el Acuerdo de París. Solo combinando la ambición política con la transformación industrial, el plástico podrá dejar de ser un lastre climático para convertirse en parte de la solución.




Texto original:


Plastic Management: A Crucial Climate Decision


Fuente: Cuenta oficial: Materiales reciclados - Espacio de datos Kunyu

Obtenga el último precio? Le responderemos lo antes posible (dentro de las 12 horas)

Política de privacidad